Ingredientes para 4 personas:
- 1 cebolla mediana
- 1 ajo
- Perejil
- 300 g de aceite de oliva virgen extra
- 500 g de tomates
- Una pizca de sal
- Un poco de pimienta negra
- Un poco de azúcar
- 2 a 5 guindillas
- Unas hojas de perejil
- 280 g de fusilli
- 100 g de pecorino romano
- Unas hojas de albahaca fresca
Preparación:
- Introduce la cebolla pelada y cortada a cuartos en el vaso, junto con el ajo pelado. Tritúralos a velocidad 4, 20 segundos.
- Añade el aceite y cocina velocidad 1, 120 grados, 5 minutos.
- Corta los tomates por la mitad y elimínales las semillas. Añádelos a la cebolla y cocina a velocidad 4, 120 grados, 6 minutos; con el tapón del vaso semidestapado para que pueda evaporar mejor el agua del tomate. Coloca la cesta de vapor encima para que no te salpique.
- Condimenta con sal, pimienta, y azúcar.
- Agrega la guindilla y el perejil.
- Deja cocer el conjunto, velocidad 4, 90 grados, 2 minutos.
- Retira el sofrito del vaso y resérvalo.
- Coloca con cuidado el protector de cuchillas en el vaso limpio.
- Llénalo con 1l de agua. Condimenta con sal y un chorrito de aceite.
- Pon a calentar a velocidad SL, 120 grados, 5 minutos.
- Agrega los fusilli por el orificio del tapón. Cocínalos a velocidad SL, 100 grados, el tiempo que te indique en el paquete.
- Cuando la pasta esté hervida, escúrrela con la cesta de la vaporera y, sin pasarla por agua, mézclala con la salsa. Si hiciera falta, calienta el conjunto a velocidad SL, 90 grados.
- Sirve los fusilli con el pecorino rallado y unas hojas de albahaca troceadas por encima.
Tips…
- La salsa rabiatta es picante. Te aconsejo que moderes la cantidad de guindilla que de la salsa si no estás muy acostumbrado a este sabor.
- La guindilla fresca pica más que la seca. Si solo dispones de guindillas frescas, tuéstalas un poco en una sartén sin aceite.
- Tanto si son frescas como secas, lo que más pica son las semillas, de modo que, si quieres evitar un picor excesivo, deberías eliminarlas.
- Una vez manipuladas las guindillas lávate bien las manos: si te tocas los ojos sin habértelas lavado te van a escocer mucho. En este caso el mejor alivio es la leche.